La luz siempre ha sido una gran fuente para cautivar la atención de las audiencias, en las grandes ciudades del mundo siguen vigentes los enormes tableros luminosos con los que rompen el tráfico, llaman la atención y logran la visibilidad de campañas, marcas, productos, servicios y demás.
Conocemos la señalización LED como una herramienta para romper con los esquemas tradicionales, buscando por medio de la luz cautivar la atención de transeúntes desprevenidos que circulan por los lugares, donde de manera estratégica se instalan los tableros. Sin embargo, además de “señalar”, lo que busca la publicidad hoy en día, es integrarse de manera armónica a la cotidianidad, ofrecer experiencias a los usuarios y/o consumidores.
Historias, pinturas, fotografías, letreros… Son muchas las opciones creativas que publicistas y “marketeros” vienen presentando en tableros de señalización LED, todo dentro de un concepto, una idea y partiendo de las posibilidades de color y de forma que se logran en los ya tradicionales tableros de luces LED.
Además de alternativa publicitaria, es importante hablar sobre la economía y el respeto y compromiso con el planeta, pues en tiempo donde cada vez nos hacemos más conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente, es necesario, hacer énfasis también, en los avances y cualidades de la señalización LED, pues es claro que tiene grandes beneficios, cualidades y valores agregados, en contraposición a las luces tradicionales.
Larga duración, economía, menos calor, nivelación de potencia, son cualidades directamente relacionadas con el compromiso de proteger el planeta, adicionalmente son importantes todas cualidades publicitarias que se le confieren a los tableros de señalización LED, por su impacto visual y dinamismo.
En cuanto normativas, también es necesario tener en cuenta que la iluminación representa 19% del consumo total de energía en el mundo y 35% del sector residencial de los hogares colombianos, con las bombillas ahorradoras o LED, que vienen utilizándose desde el año 2014 por normatividad del gobierno nacional, han demostrado que los consumidores vienen pagando menos por sus facturas de energía, ahorrando hasta 80% en el gasto de energía.
También es válido hablar de algo que siempre ha estado en el aire, el precio de las s bombillas le, que aunque es más alto, terminan siendo más baratas debido a su menor consumo y su incomparable longevidad. La vida de una bombilla incandescente normal alcanza un promedio de unas 1.000 horas, la vida de las bombillas fluorescentes ronda las 12.000 horas y las LED pueden llegar hasta 70.000 horas.
Vale la pena también mencionar que esta medida adoptada desde el 2014, fue promovida como una norma para proteger el planeta y siendo así es importante aclarar que las nuevas tecnologías arrojan mucho menos dióxido de carbono que las bombillas incandescentes, por lo que son más ecológicas.
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